Cuéntanos de ti, cómo te defines y a qué te dedicas hoy.
Hola, mi nombre es Francisco Claro, actualmente me dedico en un 100% a «Creado en Chile», plataforma que se dedica a darle oportunidades comerciales a cientos de pymes chilenas, en los rubros de diseño, comida, vestuario, arte, artesanía, entre otros… Me caracterizo por ser una persona buena para la gestión, para empujar proyectos a que resulten, sobre todo aquellos con un propósito que genere impacto en la sociedad.
¿Cómo y cuándo nace “Creado en Chile”? ¿Qué te inspiró a crearlo y cómo fue el proceso inicial de convertir esa inspiración en realidad?
Creado en Chile nace hace como 10 años como un blog. Mi socia, Constanza Correa se da cuenta que no había mucha difusión de los emprendedores nacionales y durante 1 año subió una reseña diaria de un creador o artesano. En poco tiempo fue agarrando vuelo en términos de seguidores, visitas y comunidad y ahí entré yo a desarrollar el modelo de negocio y armar la empresa y tienda. Yo venía de una empresa financiera y tenía muchas ganas de emprender y dedicarme a algo que cambiara el estilo de consumo. Un día conversando con Constanza y su marido (nuestro otro socio), salió la idea de desarrollar la idea juntos, meterme y bueno ahí partió todo.
¿Cuál es la importancia que le das a la venta y promoción de productos hechos en Chile, y qué necesidades crees que esto cubre tanto para el país como para su desarrollo económico y cultural?
Comprar Creado en Chile tiene que ver con una tendencia mundial de consumir local, versus “lo importado” o traído de afuera… por un tema de sustentabilidad cada vez son más las personas que están prefiriendo comprar productos nacionales, y además hay quienes ven un valor agregado en comprar cosas que tienen una historia detrás, de gente que pueden ver . Eso es algo muy potente que nosotros vemos que va creciendo fuerte.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado y los aprendizajes más valiosos de tu experiencia con “Creado en Chile”?
Han sido bien desafiantes estos últimos años, sobretodo desde el estallido y luego la pandemia hemos tenido que ser bien innovadores para crecer y escalar los negocios. Si bien es algo transversal a casi todas las industrias, han sido años de cambios muy rápidos, sobre todo para el retail. El mayor aprendizaje te diría que es la paciencia y el ser busquilla, al final la mayoría de los emprendimientos muere porque sus fundadores se cansa o se quedan sin bencina. Y para que no pase hemos tratado de estar bien abiertos a pivotear el modelo de negocios cuantas veces sea necesario. También es importante tener un buen equipo en quien apoyarse. Además de mantenerse en contacto permanente con otras personas que estén en la misma. Diría que en mi experiencia todo eso ayuda a mantenerse motivado, sacar nuevos negocios y crecer, que es lo más importante.
La artesanía chilena es un pilar cultural que enriquece tanto a nuestro país como al mundo, y desde el inicio, su marca ha sido una promotora clave en su difusión. ¿Cómo consideras que ha evolucionado la valoración por la artesanía en la vida cotidiana de los chilenos y qué crees que aún nos falta para darle el reconocimiento que merece?
Yo veo que cada vez se valora más el producto local, la artesanía en si es un producto especial, considera una historia, tradiciones y oficios que tanto en Chile como en Sudamérica son muy potentes.. Al ser lo nuestro más amplio que la artesanía (es la creación, desde el punto de vista de pensar del producto o la marca) de alguna forma impulsamos la economía local, que ha ido creciendo fuerte, que hoy vemos a los grandes retailers e incluso hasta mercado libre tomando como banderas de marketing. Esa valoración es positiva y está ayudando a los miles de creadores que hay en Chile.
La comercialización y producción en Chile muchas veces tiene un costo mayor que la producción internacional, al igual que las materias primas. ¿Cómo enfrentan ese desafío?
La verdad es que es difícil enfrentar ese costo, porque no es llegar y poner barreras a las importaciones para proteger la industria local, ya que eso distorsiona la economía y los precios. Yo creo que la manera va más por entender para qué somos buenos y conviene producir, y qué cosas (dependiendo sobretodo de las materias) conviene traer de afuera. En otras palabras, considerar las ventajas competitivas [IL1] y enfocarse en eso (madera, cobre, cuero, ciertos alimentos, lana, joyas, por ejemplo). Una marca que hace trajes de baño, probablemente nunca va a poder producir en Chile, pero sí diseñar, estampar y generar un valor agregado al producto usando el talento chileno, aunque se produzca afuera donde hay más ventajas (estoy pensando en el algodón peruano por ejemplo), y sigue siendo una marca chilena que diseña acá y busca afuera ventajas para tener precios que compitan con los gigantes.
«Creado en Chile” ha sido pionero en la comercialización de productos hechos exclusivamente en nuestro país, destacándose por su enfoque único en la promoción de nuestra cultura. ¿Tienen planes de expansión internacional para compartir la riqueza cultural de Chile con otras partes del mundo?
Estamos trabajando en un modelo piloto que ayudaría a ciertas marcas a financiar su producción, aumentar el volumen y así obtener mejores condiciones de negociación para vender en otros países. Pero es difícil, pues para salir afuera competitivamente es muy importante tener productos diferenciadores que mantengan un precio competitivo.
Mirando hacia atrás, ¿Qué de lo que te enseñó el colegio, ya sea en lo académico, valores, relaciones u otros, consideras que fueron fundamentales para formar la persona que eres hoy y para el crecimiento de este proyecto?
El colegio me ayudó mucho para aprender a ser autónomo y tomar decisiones solo, arriesgando un poco. Lo veo en mi generación donde la cantidad de compañeros que emprendieron armando algo suyo para trabajar, es enorme. Eso te lo da la mentalidad de querer innovar y seguir un camino propio. También me enseñó lo importante que es relacionarse bien con las personas. Para mi ha sido un gran activo saber llegar a las personas, para que te escuchen y así lograr los objetivos que uno se pone.
Cuál es el mejor recuerdo de tu paso por el colegio.
Ha pasado harto tiempo … son varios los recuerdos ninguno muy específico. Todos con mis compañeros de curso y amigos de la generación en general. Aún nos seguimos viendo harto y rescato mucho la unidad de la generación algo que no pasa en todos los colegios, donde los amigos son transversales independiente del curso en el que estábamos. También son varios los profesores que tengo buenos recuerdos, algunos que hasta el día de hoy siguen en el colegio, donde los he encontrado ahora como apoderado.
En una palabra o frase…para mí, mi colegio es…..
Es una oportunidad de crecer, de pasarlo bien y de formarse para aportar en el futuro a la sociedad.
¿Qué mensaje le puedes transmitir a los actuales alumnos del Cumbres?
Que lo aprovechen, que después cada vez hay más responsabilidades y el colegio es una etapa donde hay que aprovechar de crecer, hacer cosas por los demás y disfrutar.
